Tema que anda en boca de muchos pero en práctica de pocos.... ¿sabemos qué es la espiritualidad al hablar de ella?
Primero, ¿qué es la espiritualidad?
La espiritualidad es como una persona se habita a sí misma, sus hábitos y prácticas según su filosofía de vida, es decir su “vida interior”, siendo un concepto muy personal debido a que todos nos habitamos de formas muy distintas.
¿Cómo vives tu mundo interior? ¿Cómo te habita tu espíritu? Según esta línea de creencias, si todos tenemos espíritu en consecuencia todos somos espirituales. Entonces, ¿por qué se perciben unas personas “más” espirituales que otras cuando todas las almas están compuestas por un espíritu?
Esto se da por la Ley de CORRESPONDENCIA; la Correspondencia es una de las leyes principales del Hermetismo, la cual nos recuerda “como es arriba es abajo y como es adentro es afuera” … por lo tanto, un ser que se percibe ante otros ojos como “espiritual” es alguien correspondiente entre su ser interior y la manifestación de este en el exterior, es como te habitas y te encuentras conectada contigo misma, expresándolo en correspondencia en el exterior… Algunos le dicen coherencia, pero la coherencia va ligada al hecho de que, si piensas de una forma actúes en consecuencia con ese pensar, mientras que, la correspondencia es la conexión con tu Ser interior y la manifestación de esa conexión en el exterior.
Por lo tanto, cuando percibimos a un ser como “espiritual” lo que estás percibiendo es a un ser correspondiente, a un ser en sintonía y conexión con su interior que al vivir en su centro y fiel a sí mismo refleja aquello en el exterior, dándole ese aire de “espiritual”. No todo ser espiritual se anda auto- proclamando como espiritual, simplemente lo vive.
Hoy en día, estamos en una constante no correspondencia… debido a que, nuestra alma desea expresarse y ser de acuerdo a su esencia y de acuerdo a aquello que la mueve y conmueve deseando que la escuches pero los “deberías” y reglas sociales la detienen bloqueando la sana energía, en querer ser de una forma pero mostrándose de otra para “encajar”, cohibiendo su esencia y así la persona vive en una constante no correspondencia, cohibiendo su mundo interior y expresándose de la forma que el mundo exterior le exige y así van buscando su “espiritualidad” en diferentes discursos, formas y terapias sin sentirse satisfechos con las respuestas encontradas. Pues al final, su mundo interior no está en correspondencia con la manera en cómo habita el exterior, no hay conexión en correspondencia con su interior.
Limpia y descubre la esencia de tu raíz para que crezca hacía donde resuene en libertad.
Sigueme en Instagram @luuna.cosmica.
Gracias por dejar compartirme contigo.
Si sanas tu, sano yo